EL PROYECTO

El proyecto tiene el objetivo de lograr una mayor sensibilización sobre el tema de futuros libres de violencia en el territorio nacional, interviniendo en 5 ciudades con 10 murales, los que estarán situados en lugares estratégicos de las ciudades: Sucre, Tarija, Santa Cruz, Trinidad, La Paz y El Alto.

La idea general es que el impacto de un mensaje positivo para futuros libres de violencia se quede “permeado” tanto en las paredes que serán visibles cotidianamente en las cinco ciudades, tanto en la sensibilidad de la ciudadanía en general a través de la difusión de las imágenes por medios de comunicación y redes digitales.

En cada ciudad se irán rescatando personajes femeninos relevantes en la historia local y nacional, acompañados por mensajes positivos que rescaten el rol de la mujer en la sociedad y motiven las nuevas generaciones a construir nuevos presentes y futuros libres de todo tipo de violencia. A través del despliegue de los murales, del trabajo colaborativo y del intercambio de conocimientos y experiencias y la participación abierta en espacios de construcción social, se espera contribuir al cambio progresivo de ideas machistas y patriarcales, poniendo en cuestión constructos sociales nocivos y ridículos que nuestra sociedad arrastra.

LA INTERACCIÓN

Se busca la mayor implicación de los gobiernos municipales y ciudadanía en general para impulsar políticas (internas institucionales, municipales, departamentales o nacionales) que luchen contra la violencia de género y posicionen las ventajas de futuros libres de violencia, en una sociedad equitativa y respetuosa que construye conjuntamente aprovechando la fuerza y el conocimiento de todas y todos.

Se espera que, tanto en quienes ejecuten los murales, como en quienes los disfruten, se produzca un cuestionamiento a los patrones y hábitos que arrastramos, con la consecuente transformación (de escalas y consecuencias muchas veces difíciles de visualizar previamente) en su actitud y enfoque frente al tema.

EL ARTE URBANO

El arte urbano está, en los últimos años y en Latinoamérica, y como parte de ella en Bolivia, un desarrollo espectacular, que posibilita unas relaciones -entre quien produce y quien visualiza- muy dinámicas, volcadas a una reflexión y a un debate sobre la temática presentada.

El arte, como modo de conocimiento, opera con mecanismos referenciales, metafóricos, que sabemos tienen otras formas de operar en nuestro cerebro y sus conexiones. Visualizar futuros libres de violencia probablemente nos hace entender la posibilidad de existencia de los mismos, entendiendo como premisa la necesaria transformación de las relaciones de género y de poder.

El canal de comunicación, las piezas de mural, logran detonar esto. La ciudadanía los va incorporando en su cotidiano, en un diálogo complejo con la ciudad misma y su cotidianeidad en ella.